Ayer 22 de abril, el Chelsea se salva en Anfield y se convierte en favorito para la final de la UEFA Champions League.
Jugando como visitantes, el Chelsea logra conseguir el empate en la primera ronda de la semifinal contra el Liverpool.
Cabe destacar que el equipo de Avram Grant ha perdido en repetidas ocasiones contra la escuadra roja, casualmente en semifinales.
Pero el Chelsea está a casi nada de cambiar esa historia pues ayer logró igualar el marcador con un auto gol más afortunado que merecido.
El primer tiempo fue dominado por el equipo de Mascherano, parecía que tenían todo bajo control, el Liverpool dominaba el partido y reforzaron su confianza con el gol de el holandés Kuit a 3 minutos del final de la primera parte.
Con esto, el partido se abrió más en la segunda mitad, obligando al Chelsea a ir hacia adelante si querían aumentar su tiempo de vida en el torneo.
Siguieron avanzando los minutos, todo parecía que en el Stanford Bridge se decidiría todo, y que el Chelsea la iba a tener casi imposible o al menos muy difícil.
El tiempo no se detenía.
El reloj seguía avanzando.
El Liverpool seguía dominando y realmente tuvo más llegadas a la portería del arquero P. Cech, quien una vez más portaba un casco protector debido a un golpe en un entrenamiento por el cual le dieron 50 puntadas.
Llegaron los 90 minutos pero el árbitro consideró que se debían agregar 4 más al relor, ahí fue cuando cayó el gol del Chelsea que les daba vida.
No fue Didier Drogba, ni Ballack, tampoco Malouda, fue el propio Riise quien se encargo de poner a su equipo en equidad con los blues al anotar un auto gol al minuto 94.
Lo que parecía imposible de lograr para el Chelsea, el empate en el Anfield, Riise se encargó de dárselo.
Después de ese gol del empate, se terminó el partido, y con esto, el Chelsea tiene un pié en la final, pues jugarà de local en el Stanford Bridge el partido de vuelta, con un gol de visitante en Anfield se postula como favorito para jugar contra Barcelona o Manchester United.
Esto nos recuerda , que en el fútbol nada está escrito y todo puede cambiar, no necesariamente el equipo que merecía ganar o jugó mejor se lleva la victoria, siempre puede haber algún suceso que cambie el rumbo de la historia, en este caso, por desgracia para Liverpool, Riise fue su propio verdugo.